lunes, 25 de junio de 2012

BOOM LATINOAMERICANO

El Boom Latinoamericano
El Boom Latinoamericano hace referencia a la literatura hispanoamericana publicada a partir del tercer cuarto del siglo XX que dio difusión en Europa a autores del sur del continente americano. Las novelas del Boom se distinguen por tener una serie de innovaciones técnicas en la narrativa latinoamericana, desarrollando el Realismo mágico y Lo real maravilloso, e introduciendo técnicas vanguardistas de narración. Escritores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Guillermo Cabrera Infante, Alejo Carpentier, Julio Cortázar, José Donoso o Carlos Fuentes, son algunos representantes de esta “corriente”.
La mayoría de los especialistas suele situar el punto de arranque de este fenómeno mediático centrado sin excepciones en el género novelístico, con obras que estuvieron no sólo un gran reconocimiento crítico sino también un elevado número de lectores en junio de 1963, con la publicación de la mítica y revolucionaria rayuela, del argentino J. Cortázar, que fue contemporánea de los primeros títulos significativos del peruano M. Vargas Llosa (La ciudad de los perros, 1963; La casa verde, 1966), del mexicano C. Fuentes( la muerte de Artemio Cruz, 1962; cambio de piel, 1967) y sobre todo el colombiano G. García Márquez, cuya novela Cien Años de Soledad ( 1967), consolidó el boom hasta el punto de convertirse en la obra más famosa, vendida y traducida de la lengua española, entre todas las posteriores del quijote.
La significación del boom como acontecimiento sin referentes ni paralelos en la historia de las letras hispánicas, admite diversas lecturas que son otras tantas propuestas parciales para entender su singularidad. En primer lugar, no fundó una escuela o movimiento, ni dejó por tanto continuadores o corrientes que puedan adscribírsele en el estricto sentido literario, por lo que su huella no es otra que la difusión y la apertura al mundo de una vasta región cuya literatura permanecía ignorada o conocida de manera confusa y parcial. En segundo lugar, no representó la evolución o continuidad de ningún ismo por el cual las letras del sub continente hubiesen sido conocidas con anterioridad. En tercer lugar, hizo por primera vez de Hispanoamérica, tierra de cronistas y poetas, una potencia narrativa de primer orden que se sorprendió por igual a españoles y a lectores de otras lenguas.
Estos 4 autores constituyeron la avanzadilla y a la vez el indiscutible grupo protagónico del acontecimiento editorial que se comenta, y que tuvo como principal virtud la de ayudar a difundir y apreciar en el ámbito internacional el hombre y la obra de otros autores hispanoamericanos que les habían precedido o que eran sus contemporáneos, e incluso de muchos otros que surgieron en los años inmediatamente posteriores, hasta finales de la década de los sesenta; fecha en la que puede situarse el final de este periodo expansivo de las literaturas hispánicas transatlánticas, en una Europa y unos Estados Unidos hasta entonces más bien indiferentes ante ellas.

REPRESENTANTES DEL BOOM LATINOAMERICANO
A partir de la década de 1960 fueron agrupados, bajo la designación de boom latinoamericano, una serie de escritores hispanoamericanos, la mayor parte de ellos narradores. Estos autores se caracterizan por alcanzar gran difusión y trascender las fronteras de América Latina, aunque poseían tendencias estilísticas variadas. Entre los principales exponentes del boom puede mencionarse a los argentinos Julio Cortázar (1916-1984) y Ernesto Sábato (nacido en 1911), al mexicano Carlos Fuentes (n. 1936), al peruano Mario Vargas Llosa (n. 1936), al paraguayo Augusto Roa Bastos (1917-2005), al colombiano Gabriel García Márquez (n. 1928) y a los uruguayos Juan Carlos Onetti (1909-1994) y Mario Benedetti (n.1920). Otros autores consiguieron difusión mundial, aunque no son mencionados estrictamente como integrantes del boom, como los chilenos Isabel Allende y José Donoso, el peruano Manuel Scorza, los cubanos José Lezama Lima y Guillermo Cabrera Infante, además del argentino Manuel Puig.
Hoy los autores del “boom” han encanecido, algunos, y como los maestros, otros han muerto. Pero su voz nunca ha callado y sus obras posteriores, en la mayoría de los casos, han sido tan excepcionales, como las que los elevó a la fama. Uno de ellos, García Márquez, ganó el Nobel de literatura en 1982; dos de los que nos quedan, Vargas Llosa y Carlos Fuentes, han ganado todos los premios importantes de la literatura hispana y, junto a Ernesto Sábato, son candidatos perennes al Nobel. Esperamos que lo ganen pronto, sobretodo Sábato que ya anda cerca de los 100. Gracias al “Boom”, la narrativa latinoamericana goza hoy del mismo respeto en el mundo de que gozaba nuestra  poesía en la que hace tiempo se destacaban las figuras de Rubén Darío, César Vallejo, Gabriela Mistral y Pablo Neruda, entre otros.
            A mediados de la década de 1960, tras la publicación de una serie de novelas decisivas que impactaron (y continúan haciéndolo) en los países hispanohablantes, estalló un extraño fenómeno, posteriormente denominado "boom latinoamericano". Este hizo recaer la atención a nivel mundial sobre la literatura hispanoamericana, ya que durante su desarrollo se había consolidado un nuevo estilo de narración. Este estilo apuntaba a mostrar de una forma directa y concisa, la realidad social de América latina. Otras "novedades" que presentaba este estilo eran: la ampliación de temas, indistintamente rurales o urbanos, la integración de lo real y lo fantástico, la renovación de las técnicas narrativas y la frecuente experimentación con el lenguaje. En el caso de Rayuela (1963), del argentino Julio Cortázar, se aplicaron en forma notable las técnicas de la vanguardia literaria, al proponerse diversas formas de lectura de la novela. El brillante estilo de Cortázar y su maestría en la dislocación de situaciones familiares, así como la introducción de distorsiones espaciales y temporales, pudieron expresarse enteramente en sus tan populares relatos. Otro escritor argentino de muy alto nivel fue Ernesto Sábato quien escribiendo El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961) y Abbadón el exterminador (1974), afirmó en sus novelas, de gran complejidad intelectual, la infelicidad del hombre en la sociedad contemporánea.
            Sus temas constantes son la fusión de lo real, lo ideal y lo fantástico, urgencia de crear una literatura distinta, ajuste de su producción al avance de las comunicaciones, solución de problemas morales, psicológicos y sociales.

                                

OPINION SOBRE LA LITERATURA
La opinión que tengo de la Literatura es de que es muy importante tanto en nuestra vida cotidiana como en nuestra vida social, ya que sin ella no seriamos nada, puesto que la Literatura se es necesario y útil para nuestra vida, en primera porque nos podemos defender de cualquiera que se quiera pasar de listos con nosotros y en segunda para no quedarnos en la ignorancia.
Todo el transcurso que he llevado la materia de Literatura me ha parecido muy interesante y de lo más maravilloso que es, espero que todos piensen lo mismo de esta bonita materia.

2 comentarios:

  1. hola blanca pues esta muy bien la informacion tiene muchos puntos relevantes y thu comentarios esa bien y si es una materia muy bonita y nos sirve en muxos aspectos pues felicidades

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  2. Hola, blanquita bueno pues solo te felicito por los trabajos que como siempre están muy bien pero creo que lo mencionado esta muy hecho ya que como dices en todo momento utilizamos esto y referente al tema también creo que fue algo nuevo que aprender ya que muchos de nosotros no conocíamos esto ni sabíamos que era verdad, muy bien ...vale...

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